miércoles, 28 de diciembre de 2016

El listo

¡Pero qué listo es mi niño!
Será muy listo pero el cacho cabrón, avanza imparable por la cuarta década de su vida camino de plantarse con cuarenta añazos, y no haber dado un palo al agua.
La culpa no es de él, ni tampoco de los progenitores del chavalín, es del sistema que no le dijo en su día:
-¡Chaval, la vida no es fácil!
Y claro, él, con una clarividencia propia de la edad, y con la inestimable ayuda de sus padres que no lo vieron venir, y no querían que pasara penurias juveniles pues le animaron, tú estudia hijo.
Ahora tienen el título enmarcado y colgado en la pared del cuarto de estar, donde esta la mesa camilla y la singer de la abuela.
Realmente, ¿qué era lo fácil?
Esta claro que hasta tocarse la zona testicular, por no decir los huevos, durante todo el santo día puede llegar a ser agotador, hasta para el más tonto de capirote, y en España las fábricas de capirotes funcionan muy bien.
Pues lo fácil resultó ser lo difícil, y claro, en España algún que otro listo queda, pero listos de los otros, esos que parecen tontos de capirote y luego se la lían a todo hijo de vecino.
Dicho y hecho.
Todos a estudiar carreras universitarias, a la facultad.
¿A qué facultad?
Eso es irrelevante, da lo mismo, nos la inventamos, lo importante es tener al mayor número posible de hijos de ignorantes, entretenidos durante unos añitos para que gasten pasta con la ilusión, de que algún día, el título que colgará de la paredes de los cuartos de estar de toda España, les abra las puertas de un futuro mejor, con un contrato fijo de por vida, de esos que molan a los sindicalistas burgueses ibéricos recalcitrantes de toda nuestra democracia.
Salvemos a Marcelino Camacho y Nicolás Redondo que eran de otra estirpe, y ya no quedan de esos.
¡No veíais que llevaban engañada a otra generación anterior con la titulitis instaurada por el bien del pueblo español!
Una leche, menudo negocio que estaban perpetrando, toma universidad, aunque el nene no supiera hacer la o con un canuto, había que hacerle libre con el saber.
Ellos sabían que el saber de otros, les haría libres a ellos, económicamente, claro que si.
Vaya que si se las inventaron, hay titulaciones de todo tipo, válidas para tomar el pelo a los astutos jóvenes del planeta, no sólo a los nuestros.
Esto es verídico, fue una entrañable conversación que mantuve con un estudiante mejicano, que había venido a estudiar cocina a España.
¡Cocina en España, tiene toda la lógica planetaria, para comer bien, aquí!
- ¿qué estudias?
-  un máster de cocina en una universidad privada de Madrid
- ¿cuál?
- una cara que está por monte príncipe.
- ¿has aprendido a hacer salmorejo?
- no, ¿eso qué es?
- algo fundamental en nuestra gastronomía
- yo es que el máster de cocina lo hago de fusión gastronómica....
Fusionarte la cara de bobo que tienes con mi mano, es lo que te mereces por pagar una pasta gansa por dejarte engañar con el máster en fusión gastronómica.
Ejemplos como este, todos conocemos alguno.
Recordar que el saber os hará libres, y si no, nos inventamos el saber.
Dentro de poco, máster en hacer oes con canutos, además subvencionados para los otros listos.

Milyunamaneras

No hay comentarios:

Publicar un comentario