Es complicado encontrar a alguien que no diga alguna gilipollez a lo largo del día.
No tiene nada de malo, ahí están los dirigentes de nuestro querido país que de vez en cuando las sueltan.
Son innumerables las veces que a lo largo del día, cualquier político español sale en rueda de prensa y con sandeces de lo más variopintas, intenta argumentar la gilipollez de turno que se la ha ocurrido a él, o a algún secretario de estado, o subsecretario, o director general, o subdirector general, o coordinador, o vete tú a saber.
El problema de la gilipollez en España podría parecer histórico, pero no, es algo más de estado de derecho y esas cosas.
Sí los españoles tuvimos que fostiar a los franchutes porque querían campar a sus anchas por España, pues les fostiabamos, pero no anduvimos con gilipolleces morales de si les íbamos a reventar la juerga iberica a base de ostias.
Sí bien es cierto que luego la gilipollez nos encasquetó de nuevo al curioso Rey Fernando, nada, otra revolución mal acabada por la gilipollez congénita.
En el ámbito más doméstico, más de españoles medios, mediocres, listos, tontos, feos y guapas, que también hay para vosotras, la gilipollez está al orden del día, y de la noche.
Las dice el ministro, como para no decirlas los que pagamos la juerga.
El arte de la gilipollez quizás pase por la consciencia que uno debe tener, de las gilipolleces que pergeña su cabeza a lo largo del día.
Di todas las gilipolleces que quieras, intenta argumentarlas, y si puedes, intenta convencer a todo el que quieras de la gilipollez de turno, aunque sea un país entero, pero al menos ten la sensatez de ser consciente de la gilipollez que acabas de soltar por tu boca, o que se acaba de publicar en el boe.
Descansaras mejor, aunque tengas a cuarenta y siete millones de hijos de España acordándose de tus ancestros, más o menos de la época de Viriato.
No seas gilipollas y concéntrate, a veces resulta complicado darse cuenta de las gilipolleces que uno dice.
Mil y una maneras de mandarte...
jueves, 29 de diciembre de 2016
miércoles, 28 de diciembre de 2016
El listo
¡Pero qué listo es mi niño!
Será muy listo pero el cacho cabrón, avanza imparable por la cuarta década de su vida camino de plantarse con cuarenta añazos, y no haber dado un palo al agua.
La culpa no es de él, ni tampoco de los progenitores del chavalín, es del sistema que no le dijo en su día:
-¡Chaval, la vida no es fácil!
Y claro, él, con una clarividencia propia de la edad, y con la inestimable ayuda de sus padres que no lo vieron venir, y no querían que pasara penurias juveniles pues le animaron, tú estudia hijo.
Ahora tienen el título enmarcado y colgado en la pared del cuarto de estar, donde esta la mesa camilla y la singer de la abuela.
Realmente, ¿qué era lo fácil?
Esta claro que hasta tocarse la zona testicular, por no decir los huevos, durante todo el santo día puede llegar a ser agotador, hasta para el más tonto de capirote, y en España las fábricas de capirotes funcionan muy bien.
Pues lo fácil resultó ser lo difícil, y claro, en España algún que otro listo queda, pero listos de los otros, esos que parecen tontos de capirote y luego se la lían a todo hijo de vecino.
Dicho y hecho.
Todos a estudiar carreras universitarias, a la facultad.
¿A qué facultad?
Eso es irrelevante, da lo mismo, nos la inventamos, lo importante es tener al mayor número posible de hijos de ignorantes, entretenidos durante unos añitos para que gasten pasta con la ilusión, de que algún día, el título que colgará de la paredes de los cuartos de estar de toda España, les abra las puertas de un futuro mejor, con un contrato fijo de por vida, de esos que molan a los sindicalistas burgueses ibéricos recalcitrantes de toda nuestra democracia.
Salvemos a Marcelino Camacho y Nicolás Redondo que eran de otra estirpe, y ya no quedan de esos.
¡No veíais que llevaban engañada a otra generación anterior con la titulitis instaurada por el bien del pueblo español!
Una leche, menudo negocio que estaban perpetrando, toma universidad, aunque el nene no supiera hacer la o con un canuto, había que hacerle libre con el saber.
Ellos sabían que el saber de otros, les haría libres a ellos, económicamente, claro que si.
Vaya que si se las inventaron, hay titulaciones de todo tipo, válidas para tomar el pelo a los astutos jóvenes del planeta, no sólo a los nuestros.
Esto es verídico, fue una entrañable conversación que mantuve con un estudiante mejicano, que había venido a estudiar cocina a España.
¡Cocina en España, tiene toda la lógica planetaria, para comer bien, aquí!
- ¿qué estudias?
- un máster de cocina en una universidad privada de Madrid
- ¿cuál?
- una cara que está por monte príncipe.
- ¿has aprendido a hacer salmorejo?
- no, ¿eso qué es?
- algo fundamental en nuestra gastronomía
- yo es que el máster de cocina lo hago de fusión gastronómica....
Fusionarte la cara de bobo que tienes con mi mano, es lo que te mereces por pagar una pasta gansa por dejarte engañar con el máster en fusión gastronómica.
Ejemplos como este, todos conocemos alguno.
Recordar que el saber os hará libres, y si no, nos inventamos el saber.
Dentro de poco, máster en hacer oes con canutos, además subvencionados para los otros listos.
Milyunamaneras
Será muy listo pero el cacho cabrón, avanza imparable por la cuarta década de su vida camino de plantarse con cuarenta añazos, y no haber dado un palo al agua.
La culpa no es de él, ni tampoco de los progenitores del chavalín, es del sistema que no le dijo en su día:
-¡Chaval, la vida no es fácil!
Y claro, él, con una clarividencia propia de la edad, y con la inestimable ayuda de sus padres que no lo vieron venir, y no querían que pasara penurias juveniles pues le animaron, tú estudia hijo.
Ahora tienen el título enmarcado y colgado en la pared del cuarto de estar, donde esta la mesa camilla y la singer de la abuela.
Realmente, ¿qué era lo fácil?
Esta claro que hasta tocarse la zona testicular, por no decir los huevos, durante todo el santo día puede llegar a ser agotador, hasta para el más tonto de capirote, y en España las fábricas de capirotes funcionan muy bien.
Pues lo fácil resultó ser lo difícil, y claro, en España algún que otro listo queda, pero listos de los otros, esos que parecen tontos de capirote y luego se la lían a todo hijo de vecino.
Dicho y hecho.
Todos a estudiar carreras universitarias, a la facultad.
¿A qué facultad?
Eso es irrelevante, da lo mismo, nos la inventamos, lo importante es tener al mayor número posible de hijos de ignorantes, entretenidos durante unos añitos para que gasten pasta con la ilusión, de que algún día, el título que colgará de la paredes de los cuartos de estar de toda España, les abra las puertas de un futuro mejor, con un contrato fijo de por vida, de esos que molan a los sindicalistas burgueses ibéricos recalcitrantes de toda nuestra democracia.
Salvemos a Marcelino Camacho y Nicolás Redondo que eran de otra estirpe, y ya no quedan de esos.
¡No veíais que llevaban engañada a otra generación anterior con la titulitis instaurada por el bien del pueblo español!
Una leche, menudo negocio que estaban perpetrando, toma universidad, aunque el nene no supiera hacer la o con un canuto, había que hacerle libre con el saber.
Ellos sabían que el saber de otros, les haría libres a ellos, económicamente, claro que si.
Vaya que si se las inventaron, hay titulaciones de todo tipo, válidas para tomar el pelo a los astutos jóvenes del planeta, no sólo a los nuestros.
Esto es verídico, fue una entrañable conversación que mantuve con un estudiante mejicano, que había venido a estudiar cocina a España.
¡Cocina en España, tiene toda la lógica planetaria, para comer bien, aquí!
- ¿qué estudias?
- un máster de cocina en una universidad privada de Madrid
- ¿cuál?
- una cara que está por monte príncipe.
- ¿has aprendido a hacer salmorejo?
- no, ¿eso qué es?
- algo fundamental en nuestra gastronomía
- yo es que el máster de cocina lo hago de fusión gastronómica....
Fusionarte la cara de bobo que tienes con mi mano, es lo que te mereces por pagar una pasta gansa por dejarte engañar con el máster en fusión gastronómica.
Ejemplos como este, todos conocemos alguno.
Recordar que el saber os hará libres, y si no, nos inventamos el saber.
Dentro de poco, máster en hacer oes con canutos, además subvencionados para los otros listos.
Milyunamaneras
lunes, 26 de diciembre de 2016
Desde el cariño
Hola.
Tengo un amigo con el que comparto juergas, comilonas, maneras de ver la vida y además nos dedicamos a lo mismo, pero estamos en las antípodas el uno del otro en la manera de ver la profesión, aunque hoy no entremos en eso.
Él fue quien le puso el nombre al sitio este que llenaré de lo que se me ocurra, que una vida da para muchas ocurrencias.
Realmente el título era el siguiente:
Mil y una maneras de mandarte a tomar por culo.
Sin sutilezas, para que vamos a tenerlas a la hora de mandar al más pintado a tomar por culo de una manera tan española.
Puede parecer fácil, pero la tontuna congénita de los españoles y ser tan políticamente correctos, no sea que nos digan lo mal hablados que somos, o quizás porque no venga bien decírselo al jefe, a tu suegra, yerno, novia, marido, hace que millones de españoles no lo hagan de vez en cuando.
Quizás lo hagan en voz baja o solo de pensamiento y no lo sepamos, aunque lo intuimos, si bien es cierto, que algunos intuimos que no les sale decirlo ni pensarlo.
Mandar a tomar por culo, a quien no manda a tomar por culo al que se lo merece, no es lo idóneo, puede haber muchos factores que retraigan al emisor de decirle a receptor del mensaje, con pocas palabras y poca sutileza que ya está bien de tantas gilipolleces sin respuesta.
Queridos compatriotas, quédense agusto de vez en cuando, no se lo guarden, y si no lo han hecho todavía y tienen algún reparo en utilizar la tan española expresión, amparada por la Constitución de una forma libre, aquí van algunas propuestas, para que al principio cojan confianza, y luego ya cuando se sientan seguros de si mismos, utilicen la versión abreviada.
Así pues, pueden mandar a tomar por culo a quien les plazca, a mi también, no se corten que es saludable.
Vete a tomar por culo desde el cariño, la amistad, la familiaridad, cerca, la ternura, aquí, allí, ahí, acá, lejos, arriba, abajo, un lado....verdad que hay infinidad de posibilidades, el español es un idioma y los demás, pues oigan, no están mal, sirven al planeta para entenderse pero no están al nivel del nuestro.
También puedes concretar más; vete a tomar por culo tú y tu pueblo, tú y tu familia, tú y tu perro que no para de ladrar de madrugada, tú y tus opiniones.
En plural, también es muy habitual ese; iros a tomar por culo todos de un puta vez, o bien "veros tos a que os den" ya si los formas están completamente perdidas y ha estallado uno del todo, cuando tu equipo pierde por seis a cero y tus colegas siguen haciendo sangre contigo, a pesar del humillante resultado cosechado en la primera parte.
En cualquier caso, di lo que quieras, opina lo quieras y cállate lo que quieras, tenemos la gran fortuna de vivir en un país libre, y hasta en eso tenemos amparo constitucional, a no decir lo que pensemos, no vayamos a molestar al porculero de turno.
Yo personalmente me quedo con mandar a tomar por culo desde el cariño.
Un saludo desde el cariño.
Tengo un amigo con el que comparto juergas, comilonas, maneras de ver la vida y además nos dedicamos a lo mismo, pero estamos en las antípodas el uno del otro en la manera de ver la profesión, aunque hoy no entremos en eso.
Él fue quien le puso el nombre al sitio este que llenaré de lo que se me ocurra, que una vida da para muchas ocurrencias.
Realmente el título era el siguiente:
Mil y una maneras de mandarte a tomar por culo.
Sin sutilezas, para que vamos a tenerlas a la hora de mandar al más pintado a tomar por culo de una manera tan española.
Puede parecer fácil, pero la tontuna congénita de los españoles y ser tan políticamente correctos, no sea que nos digan lo mal hablados que somos, o quizás porque no venga bien decírselo al jefe, a tu suegra, yerno, novia, marido, hace que millones de españoles no lo hagan de vez en cuando.
Quizás lo hagan en voz baja o solo de pensamiento y no lo sepamos, aunque lo intuimos, si bien es cierto, que algunos intuimos que no les sale decirlo ni pensarlo.
Mandar a tomar por culo, a quien no manda a tomar por culo al que se lo merece, no es lo idóneo, puede haber muchos factores que retraigan al emisor de decirle a receptor del mensaje, con pocas palabras y poca sutileza que ya está bien de tantas gilipolleces sin respuesta.
Queridos compatriotas, quédense agusto de vez en cuando, no se lo guarden, y si no lo han hecho todavía y tienen algún reparo en utilizar la tan española expresión, amparada por la Constitución de una forma libre, aquí van algunas propuestas, para que al principio cojan confianza, y luego ya cuando se sientan seguros de si mismos, utilicen la versión abreviada.
Así pues, pueden mandar a tomar por culo a quien les plazca, a mi también, no se corten que es saludable.
Vete a tomar por culo desde el cariño, la amistad, la familiaridad, cerca, la ternura, aquí, allí, ahí, acá, lejos, arriba, abajo, un lado....verdad que hay infinidad de posibilidades, el español es un idioma y los demás, pues oigan, no están mal, sirven al planeta para entenderse pero no están al nivel del nuestro.
También puedes concretar más; vete a tomar por culo tú y tu pueblo, tú y tu familia, tú y tu perro que no para de ladrar de madrugada, tú y tus opiniones.
En plural, también es muy habitual ese; iros a tomar por culo todos de un puta vez, o bien "veros tos a que os den" ya si los formas están completamente perdidas y ha estallado uno del todo, cuando tu equipo pierde por seis a cero y tus colegas siguen haciendo sangre contigo, a pesar del humillante resultado cosechado en la primera parte.
En cualquier caso, di lo que quieras, opina lo quieras y cállate lo que quieras, tenemos la gran fortuna de vivir en un país libre, y hasta en eso tenemos amparo constitucional, a no decir lo que pensemos, no vayamos a molestar al porculero de turno.
Yo personalmente me quedo con mandar a tomar por culo desde el cariño.
Un saludo desde el cariño.
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